Por Alfonso Reyes
Dedalito de gualda
que incita escalda
«Entre pecho y espalda»
que escalda incita
Ay que si escalda suena la campanita de la Giralda
Por Alfonso Reyes
Dedalito de gualda
que incita escalda
«Entre pecho y espalda»
que escalda incita
Ay que si escalda suena la campanita de la Giralda
(Décima segunda)
Por Alfonso Reyes
Al huésped que se concentra
siempre tu piedad le acuda
oh cápsula diminuta
de plata para la almendra
Como se rompe la hembra
o abre la reja el terrón
entra el diente de rondón
hasta la pulpa cautiva
La sal llama la saliva
y ésta la conversación.
Por Alfonso Reyes
…Entre los pucheros anda el Señor…
Santa Teresa
En buen romance casero
de verdura y de calor
con los brazos remangados
me siento a la mesa yo
Tierra terrena terruño del fondo del corazón Bien haya el caldo y bien haya la madre que lo parió
Por Alfonso Reyes
por su discurso ornitológico en la Academia
No, ni la «calandria triguera»
de la Egipcíaca María
trinaba de mejor manera.
¡Venga esa mano: ésta es la mía!
17 de febrero, 1954
Por Alfonso Reyes
para una niña peruana: «A Margarita Ulloa Elías»
A yunque muy de «tierras lejas»,
M argarita, quiero aquí
A consejarme de ti
R evelándote mis quejas.
G anarás, si así me dejas
A provechar la distancia,
R imas que, en su consonancia,
I miten mi voluntad,
T erca en la dificultad,
A trevida en la constancia.
U na niña del Perú
L ocos afanes traía,
L o que la niña pedía
O jalá lo entiendas tú:
A cabar un verso en u;
E nmendar, cerrando un ojo,
L os pies de un poeta cojo;
I mponerle, en fin, con tretas,
A crósticos por muletas.-
¿S abes si logró su antojo?
Río de Janeiro, 12 de marzo, 1934