Todas las entradas por Cátedra Alfonso Reyes en Cuernavaca

El nombre de don Alfonso Reyes evoca, no solamente el del "maestro, el mexicano universal... renovador de la prosa castellana” al decir de Borges. También el de un polígrafo infatigable, autor de una obra vastísima, elegante y compleja, creador no sólo de una obra sino de “toda una literatura”. De esta manera establece Octavio Paz la dimensión de la obra alfonsina. Entendámonos, Reyes no es un simple escritor, sino todo un sindicato, una legión de escritores encarnados en una sola persona. Narrativa, ensayo, crítica, teoría e historia literaria, filosofía, divulgación de la ciencia, memorias, dramaturgia y poesía son algunos de los cauces principales que desembocan en el mar de la Cátedra Alfonso Reyes en Cuernavaca www.catedrareyes.org

X Reminiscencia

Por Alfonso Reyes

"Empezó primero el coro
de chirimías    Tras ellas
el de las vihuelas de arco
sonó en la segunda tienda.

Salieron con suavidad
las flautas    de la tercera
y en la cuarta cuatro voces
con guitarras y arpas suenan"

Ruiz de Alarcón

IX Jerez

Por Alfonso Reyes

 

Dedalito de gualda

que incita             escalda

«Entre pecho y espalda»

que escalda      incita

 Ay que si escalda
suena la campanita
 de la Giralda

VIII Platito de almendras

(Décima segunda)

Por Alfonso Reyes

 

Al huésped que se concentra

siempre tu piedad le acuda

oh cápsula diminuta

de plata para la almendra

 

Como se rompe la hembra

o abre la reja el terrón

entra el diente de rondón

hasta la pulpa cautiva

 

La sal llama la saliva

y ésta          la conversación.

 

VII Sopa

Por Alfonso Reyes

…Entre los pucheros anda el Señor…

Santa Teresa

En buen romance casero

de verdura y de calor

con los brazos remangados

me siento a la mesa yo

Tierra terrena     terruño
del fondo del corazón
Bien haya el caldo y bien haya
la madre que lo parió

A Salvador Novo

Por Alfonso Reyes

por su discurso ornitológico en la Academia

 

No, ni la «calandria triguera»

de la Egipcíaca María

trinaba de mejor manera.

¡Venga esa mano: ésta es la mía!

 

17 de febrero, 1954