I
Nubes las he visto correr sus proas
sobre los mástiles vigías de Notre Dame
inmóviles pirámides aborregadas
sobre Machu Pichu
plataformas en Atenas,
columnas ligerísimas en Jerusalén,
en Oaxaca cátedras severas,
en Heidelberg oscuras canteras.
II
¿Nubes?
¿No eran cadenas de fantasía,
lazos de aire,
reflejos impecables
de la mente vacía?
III
Llueve nubemente
-saudade-
Niebla la tierra y se llena de sueño.
IV
La nube, otra forma de crepúsculo,
oculta el sol,
otra nube, otro atardecer
-y en la tierra se dibujan
las cuadrículas de la luz-.
V
Luz tornasol el astro bajo cúmulos:
Como una hermana mayor,
va la luna entre la adolescencia de las nubes.
VI
Tras el azul negro,
Tras el negro azul.
Cada estrella,
un ser.
Atrás de la noche: azul.
Atrás del azul
el firmamento
en
ascuas.
VII
De la luz, melancolía,
sólo ves los colores
oscuros del día.
Adolfo Castañón, Cielos de Antigua, Artemis-Edinter, Guatemala, 1997, pp. 1-13.