A Jean Cocteau
Los ÁNGELES con joroba,
Juan Coqueto,
los ángeles con joroba
no llevan cruz en el pecho.
No llevan escapularios,
ni llevan nada.
Sólo —Dios sabe por qué—
cargan alas a la espalda.
En tiempo de mis abuelos,
los ángeles con joroba
solían contar un cuento,
sabían labrar, sabían
cocinar para el convento.
Se han olvidado de todo
ahora, con tanto invento.
Si antes, a todo apurar,
eran ángeles domésticos,
como no sirven de nada
son ahora más angélicos,
del modo que, sin la rima,
el verso ha de ser más verso.
Ya no ayudan, ya no velan,
ya no nos cuidan el sueño;
ya no vamos recostados
en ellos, como el poeta.
La ley de gravitación
los deja insensibles. Ellos
y los suspiros no hacen
nada por el Universo.
Ya no sirven para nada,
son ángeles, sólo eso.
Río de Janeiro, 1931.—OV. RA
Alfonso Reyes, Obras completas X, Constancia poética, Fondo de Cultura Económica, México, 1996, pp. 132-133.