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Un camino marcado por la curiosidad, la obstinación y la casualidad. Eusebio Juaristi en Cuernavaca

El 10 y 11 de septiembre de 2014, el Dr. Eusebio Juaristi (Profesor Emérito e Investigador en el Departamento de Química del CINVESTAV-IPN) compartirá con la comunidad académica y estudiantil del Tecnológico de Monterrey, Campus Cuernavaca, y de la Universidad Politécnica del Estado de Morelos, su discurso de ingreso a El Colegio Nacional Un camino marcado por la curiosidad, la obstinación y la casualidad; discurso en el que narra sus aventuras y peripecias como investigador en Ciencias químicas:

Tendría unos 12 años cuando el personaje central de una película de Walt Disney —un joven de 18 años que realizaba experimentos en el laboratorio ubicado en el sótano de su casa— despertó en mí la vocación por explorar e inventar cosas. Al terminar la Preparatoria, y gracias a una beca del Club Rotario de Querétaro gestionada por mi abuelo Gregorio Juaristi, me decidí por estudiar la carrera de licenciatura en ciencias químicas (LCQ) en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). La mayor parte de mis amigos y compañeros estudiaban ingeniería química, por lo que estuve a punto de cambiarme de carrera, pero el doctor Xorge A. Domínguez, jefe del Departamento de Química del ITESM, me hizo ver la belleza, el orden y el enorme potencial de la química orgánica, y supo mantener en mí el entusiasmo por la investigación científica, de modo que me convenció de continuar en la carrera de LCQ.

10 de septiembre: Salón Learning Commons de la Biblioteca del Tecnológico de Monterrey, Campus Cuernavaca. 12:00 horas.

11 de septiembre: Auditorio Universidad Politécnica del Estado de Morelos. 12:00 horas.

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El movimiento intelectual contemporáneo de México. José Vasconcelos, 26 de julio de 1916

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CANTATA. En la tumba de Federico García Lorca. Por Alfonso Reyes

Voces

El padre

La madre

La hermana

La novia

Guardianes de milicianos (Coro)

La Cantata salió como brota un quejido, aunque naturalmente tuvo que pasar por la razón.

Precisamente el esfuerzo consistió en darle cierta expresión objetiva de «epos». Por eso, en vez de acudir a resortes de la propia sensibilidad, se acudió a los símbolos eternos; el tributo de la naturaleza amontonado sobre una tumba: las regiones, la geografía humana de España; el Padre, la Madre, en el espacio físico y en el «espacio del alma», había que situarla en el tiempo. El trueno de los Milicianos, desde el fondo, la arraiga en el presente: la evocación de los temas líricos gratos a Lorca, la reminiscencia del Caballero de Olmedo, la atan a la tradición, al pasado: y el grito vengador final (tras los esfuerzos abortados de la Madre, que por más que hace no logra salir de la obsesión de una frase trunca: «¡Pero tu sangre…!»), la lanza al porvenir, al porvenir que es nuestro.

Una preocupación musical, que Pahissa interpretó cabalmente, domina la elaboración del poema. Tras la recitación de Mony Ermello, el poema quedó confiado a la teatralización de Margarita Xirgu.

La traducción francesa de L. Z. de Galtier fue recitada por Georgina de Uriarte en el Teatro Marigny de París, 1951.

EL PADRE

Madre de luto, suelta tus coronas.

LA HERMANA

La flor de ojeras, la risa de los llanos,
tus azucenas y tus amapolas,
claveles de pudor, jacintos pálidos,
y tréboles y fucsias y retamas,
y espliegos y laureles,
y hasta juncos, sarmientos y gavillas,
acres rastrojos, sápida verbena,
menta de ardor y cuasia de amargura;
y vengan estambradas
todas las trenzas de la tierra.
Madre de luto, suelta tus coronas.

LA NOVIA

Junta y apila en la silvestre tumba
los fragantes limones y naranjas,
túmulo vegetal, cerro de aromas,
la carne cristalina de las uvas,
gusto seco de nueces y castañas,
la granada vinosa,
la cidra vaporosa,
paltas y tunas y piñas de América,
y las anonas y los tamarindos,
y las lanzas del cacto mexicano...

GUARDIA

Y el trueno, fruto de la carabina.

EL PADRE

Madre de luto, suelta tus coronas
sobre la fiel desolación de España,
sacudido rosal, zarza entre lumbres.

LA NOVIA

Inquieto jardín
que hoy mecen clamores,
ayer castas flores
en olor de abril.

EL PADRE

Hay cóleras negras, llamaradas rojas,
espadas de cardos, banderas de hojas,
jardín; y en las sienes y en el corazón,
tónicos de buena y mala intención.

LA HERMANA

Perdida canción
de flauta y rabel.

LA NOVIA

Mustio girasol,
tronchado clavel.

LA HERMANA

Lo lloran los montes,
lo lloran los ríos.

LA NOVIA

Y los de las otras,
y los ojos míos.

LA MADRE

¡Pero tu sangre, tu secreta sangre!
¡Abel, clavel tronchado!
¡Pero tu sangre, tu secreta sangre
que revuelve la tierra y ciega el puente,
colma los surcos y amenaza el vado,
Abel, clavel tronchado!

EL PADRE

Presente tú donde el vino se cuela,
los crótalos redoblan y las palmas,
mana la voz y la guitarra vuela;
presente tú donde la gente baila,
donde la moza cesaraugustana
lanza en palillos de tambor de piernas...

LA HERMANA

Y las espuelas de Amozoc repican,
las barbas del rebozo de la china
cosquillean el vello de la boca,
y el gaucho zapatea,
el suelo santiguando con las botas.

EL PADRE

Hoy te lloren los pueblos,
el gitano solemne y el andaluz exacto,
el "maño" terco y bueno como el agua y el pan,
ebrio de luz el lírico huertano,
el catalán de las sagradas cóleras,
el forzudo gallego melancólico,
el dulce, hercúleo vasco,
el recio astur y el castellano santo.

LA NOVIA

El lazador de América y el fiero mexicano.

LA HERMANA

Matronas con los senos agitados,
vírgenes con las manos compasivas...

GUARDIA

Y el trueno, fruto de la carabina.

LA MADRE

¡Pero tu sangre, tu secreta sangre,
Abel, clavel tronchado!

EL PADRE

Te lloren la garúa y el tornado,
el turbio meteoro,
la gota del orvallo,
la pedriza que siega las mazorcas...

GUARDIA

Y el trueno, fruto de la carabina.

LA NOVIA

Que de noche lo mataron
al caballero,
la gala de Granada,
la flor del suelo.

LA HERMANA

En Fuentevaqueros
nació la gala:
traía cascabeles
entre las alas.

LA NOVIA

Crezcan la mejorana,
la yerbabuena,
dalia y clavel del aire,
flores de América.

LA HERMANA

Que de noche lo enterraron
entre cuatro velas,
cuatro ángeles mudos
por centinelas.

EL PADRE

Madre de luto, suelta tus coronas
sobre la fiel desolación de España.
Ascuas los ojos, muerte los colmillos,
bufa en fiestas de fango el jabalí de Adonis,
mientras en el torrente de picas y caballos
se oye venir el grito de los campeadores:

«¡Aprisa cantan los gallos

y quieren quebrar los albores!»

LA MADRE

¡Pero tu sangre, tu secreta sangre!
¡Pero tu sangre, tu secreta sangre!

TODOS

¡Pero tu sangre, tu secreta sangre,

Abel, clavel tronchado,

colma los surcos y amenaza el vado!

¡Aprisa cantan los gallos

y quieren quebrar los albores!

Buenos Aires, mayo de 1937 .-VS.

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El otro tigre. Por Jorge Luis Borges

 

Borges y Kodama
Jorge Luis Borges y María Kodama

And the craft createth a semblance.

Morris: Sigurd the Volsung (1876)

Pienso en un tigre. La penumbra exalta
La vasta Biblioteca laboriosa
Y parece alejar los anaqueles;
Fuerte, inocente, ensangrentado y nuevo,
él irá por su selva y su mañana
Y marcará su rastro en la limosa
Margen de un río cuyo nombre ignora
(En su mundo no hay nombres ni pasado
Ni porvenir, sólo un instante cierto.)
Y salvará las bárbaras distancias
Y husmeará en el trenzado laberinto
De los olores el olor del alba
Y el olor deleitable del venado;
Entre las rayas del bambú descifro,
Sus rayas y presiento la osatura
Baja la piel espléndida que vibra.
En vano se interponen los convexos
Mares y los desiertos del planeta;
Desde esta casa de un remoto puerto
De América del Sur, te sigo y sueño,
Oh tigre de las márgenes del Ganges.

Cunde la tarde en mi alma y reflexiono
Que el tigre vocativo de mi verso
Es un tigre de símbolos y sombras,
Una serie de tropos literarios
Y de memorias de la enciclopedia
Y no el tigre fatal, la aciaga joya
Que, bajo el sol o la diversa luna,
Va cumpliendo en Sumatra o en Bengala
Su rutina de amor, de ocio y de muerte.
Al tigre de los simbolos he opuesto
El verdadero, el de caliente sangre,
El que diezma la tribu de los búfalos
Y hoy, 3 de agosto del 59,
Alarga en la pradera una pausada
Sombra, pero ya el hecho de nombrarlo
Y de conjeturar su circunstancia
Lo hace ficción del arte y no criatura
Viviente de las que andan por la tierra.

Un tercer tigre buscaremos. Éste
Será como los otros una forma
De mi sueño, un sistema de palabras
Humanas y no el tigre vertebrado
Que, más allá de las mitologías,
Pisa la tierra. Bien lo sé, pero algo
Me impone esta aventura indefinida,
Insensata y antigua, y persevero
En buscar por el tiempo de la tarde
El otro tigre, el que no está en el verso.

 

Alicia Reyes

Nació en la ciudad de México el 13 de junio de 1940. Poeta, narradora y ensayista. Directora de la Capilla Alfonsina, Caballero de la Orden de Artes y Letras, Condecoración Otorgada en 1977 por el Gobierno de Francia; Jurado del Premio Internacional Alfonso Reyes; Vocal de la Sociedad Alfonsina Internacional y Miembro Fundador de la misma; Miembro del Colegio de Literatura del Instituto Mexicano de Cultura y de la Unión Cultural Americana de Buenos Aires, Argentina; Miembro Fundador de la Academia de Ciencias y Humanística, A.C., y de la Sociedad de Literatura Mexicana. Fundadora de la Asociación de Café Helénico (Mtro. Antonio P. Rivas). Parte de su obra ha sido traducida al francés, inglés y portugués. Traductora de la poesía de Blaise Cendrars.

  Entre su producción literaria figuran los títulos: Genio y Figura de Alfonso Reyes (Biografía, cuatro ediciones, la última del Fondo de Cultura Económica, con una primera reimpresión en 2001);  tres novelas, Fetiche (Primera Edición 1984), El Almacén de Coyoacán (2da edición, EditorialScripta/Ediciones a la Carta, 2003, 137 pp.); Aniversario número 13 (2da edición, Editorial Scripta/Ediciones a la Carta, 2004, 173 pp.);  dos Antologías: Cómo Apreciar a Alfonso Reyes, editorial  Panorama, 1990; Cuentos de Alfonso Reyes (Primera edición y prólogo Alicia Reyes, editorial Océano, 2000. Segunda edición y prólogo Alicia Reyes, Editorial Océano, Secretaría de Educación Publica, Comisión Nacional de Libros de Texto y Gratuitos, 2003, con un tiraje de 16 465 ejemplares) y, seis libros de poesía. Un libro de cuentos: Sólo un perfume tenue y otros cuentos. Instituto Mexiquense de Cultura, 1995. Cuadernos de Malinalco.  Para don Alfonso Reyes.  Dedicatorias. Autor: Jorge Pedraza Salinas, Prólogo por Alicia Reyes. Monterrey, Nuevo León, México Noviembre de 1990. Alfonso Reyes de cuerpo entero. Compilación introducción y notas de Jorge Pedraza Salinas. Prefacio de Alicia Reyes. Universidad Autónoma de Nuevo León/Capilla Alfonsina, 1999. Antología de Alfonso Reyes. Introducción y Selección de Ernesto Mejía Sánchez, Breve Biografía por Alicia Reyes.Promexa-Editores, México 1979. Poesía 1912-1919, Blaise Cendrars. Edición bilingüe. Traducción de Alicia Reyes Carlos Bonfil y Marc Cheymol. Textos de difusión Cultural, Serie el Puente. Coordinación de Difusión Cultural, Dirección de Literatura/UNAM, México, 1995. Voces para un retrato, ensayos sobre Alfonso Reyes. Compilador Víctor Díaz Arciniegas. Ensayo de Alicia Reyes: ¿Por qué los epistolarios de Alfonso Reyes? Universidad Autónoma Metropolitana/Unidad Azcapotzalco, Fondo de Cultura Económica, primera edición, México, 1990.  Presencia de Alfonso Reyes, Homenaje en el X aniversario de su muerte (1959-1969). Introducción, Alicia Reyes. Fondo de Cultura Económica, México, Primera edición 1969. Retratos y Autorretratos: De Griselda Álvarez a Ángeles Mastretta. Coedición: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Instituto Nacional de Bellas Artes, primera edición 2006. Mujeres mexicanas del siglo XX, la otra revolución. Bajo la dirección de: Francisco Blanco Figueroa. En busca de las nuevas Atenas de Alicia Reyes. Editorial Edicol, México, 2001. Humanismo: mujer, familia y sociedad.  VIII Simposium Internacional. Compilación Dr. Mariano García Viveros y Lic. Angélica Pulido. Los valores humanos y la mujer por Alicia Reyes. Instituto Nacional de Nutrición, primera edición, 1996. Trilogía poética de las Mujeres en Hispanoamérica pícaras, místicas y rebeldes. Selección de: Aurora Marya Saavedra, Maricruz Patiño, Leticia Luna. Tikanjáforas de Alicia Reyes. Tomo I. Ediciones La Cuadrilla de la Langosta, 2004. Encargada de la edición Margarita Vera Cuspinera,  Alfonso Reyes y la medicina de Alicia Reyes, Universidad Nacional Autónoma de México, 1981.

Fuente: Capilla Alfonsina INBA